viernes, 12 de abril de 2013

Las cuatro lunas perfectas


Había una vez tres ratones que encontraron queso y lo partieron. El primer ratón comió y dejo un pedazo redondo pero pequeño y se fue a dormir; un búho se llevó el pedazo de queso, se asustó con algo que lo soltó; cuando estaba cayendo empezó a crecer y crecer, así fue el origen de la luna llena. El segundo ratón olió el queso y se comió la mitad, pero no le gusto así que lo escupió y el otro pedazo lo tiró y también empezó crecer y crecer. El pedazo que escupió se convirtió en la luna creciente y la que tiró se convirtió en la luna menguante. El último ratón se comió todo el queso y ese vació creció grande y se convirtió en la luna nueva.
Hasta hoy están esas cuatro lunas.

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